Éste era un tomo de los Cuentos de Grimm, ilustrado por María Pascual, que la cliente leía en su infancia y al que le tenía mucho cariño. Había perdido la tapa delantera y no existia el lomo de cartón.
Tras una búsqueda por Internet, localicé una imagen de la portada (la mejor que pude encontrar), y tras imprimirla y laminarla para darle el brillo típico de estos libros, pasó a formar parte de las tapas que protegen de nuevo a sus princesas, príncipes, hadas y duendes.